Normas, preferencias sociales e intenciones en dos estudios experimentales sobre corrupción

Los estudios experimentales sobre corrupción se consideran como un área particular de los estudios más generales sobre preferencias sociales. La tesis que se presenta está compuesta por dos artículos experimentales sobre corrupción, en los cuales se analiza el rol de las preferencias y las intencion...

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Autor Principal: Senci, Carlos Maximiliano
Otros Autores: Tohmé, Fernando
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: 2015
Acceso en línea:http://repositoriodigital.uns.edu.ar/handle/123456789/2389
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Sumario:Los estudios experimentales sobre corrupción se consideran como un área particular de los estudios más generales sobre preferencias sociales. La tesis que se presenta está compuesta por dos artículos experimentales sobre corrupción, en los cuales se analiza el rol de las preferencias y las intenciones en juegos de corrupción diseñados a tal fin. En el primer estudio examinamos el llamado “efecto de marco”, es decir, el efecto de que las decisiones que tomamos los individuos son sensibles al contexto en el que se presentan, y el rol de los incentivos egoístas en un juego de corrupción, concebido como una variante de un juego de coima de Abbink et al. (2002). Los efectos de marco varían entre estudios, y los estudios sobre corrupción han reportado resultados mixtos. La literatura sugiere que los efectos de marco pueden estar mediados por los costos morales que inducen en los participantes. Para alcanzar ambos objetivos comparamos un marco abstracto o “libre de contexto” frente a un marco “cargado” en un juego de corrupción. Al mismo tiempo, variamos el monto que los sujetos pueden ganar en los diferentes escenarios lo que nos permite estudiar el punto de quiebre en el que los sujetos pasan de elegir la opción “honesta” a elegir la opción corrupta. Adicionalmente implementamos un test socio-psicológico para investigar hasta qué punto la disposición manipulativa de los participantes puede explicar la variación en el comportamiento individual en los diferentes marcos. Encontramos que los sujetos consistentemente se comportan de manera menos corrupta en el marco cargado. Es más, las medidas comportamentales post-experimento utilizadas proveen soporte parcial a la hipótesis de que las respuestas individuales al marco podrían estar vinculadas a las reacciones suscitadas por el marco cargado, que interpretamos como un incremento del costo moral. El trabajo elabora en mayor detalle la última afirmación. En el segundo trabajo argumentamos que en la literatura experimental sobre corrupción no se ha tenido en cuenta debidamente el contrato fiduciario que define a la relación entre Principal y Agente. Introducimos un juego experimental en el que el tercero perjudicado por las externalidades es al mismo tiempo el Principal que puede tomar un rol activo o pasivo en el juego. Ser activo significa que puede entrar en un juego de confianza con el Agente, mientras que si es pasivo esa interacción entre Principal y Agente está ausente, y el primero se transforma en un tercero pasivo. Comparando las dos condiciones, podemos testear hipótesis de la literatura de preferencias sociales, específicamente si los actores exhiben preferencias sociales y si evitan perjudicar a terceros que pueden señalizar intenciones amables. Contraviniendo el abordaje de la teoría de preferencias sociales en corrupción, no encontramos respaldo a la hipótesis de que las intenciones de los terceros que sufren la externalidad puedan disminuir la corrupción. Los análisis subsiguientes no brindan respaldo a la noción de que la reciprocidad entre los actores corruptos esté modulada por las percepciones de amabilidad.