Yo te admiro, pared (Admiror te, paries)

El amor, el odio, las pasiones deportivas, las deudas, los autores clásicos, vueltos graffitis, transforman a Pompeya en una ciudad escrita. Este lugar, elegido por los hombres ricos de Roma para encontrar paz y descanso, se nos presenta, entonces, como un enorme texto. La escritura parietal, que se...

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Autores Principales: Monti, Gabriela Alejandra, Segatori Carriazo, Juliana
Formato: Online
Idioma:Spanish
Publicado: Universidad Nacional del Sur. Departamento de Humanidades. 2016
Acceso en línea:http://repositoriodigital.uns.edu.ar/handle/123456789/2799
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Sumario:El amor, el odio, las pasiones deportivas, las deudas, los autores clásicos, vueltos graffitis, transforman a Pompeya en una ciudad escrita. Este lugar, elegido por los hombres ricos de Roma para encontrar paz y descanso, se nos presenta, entonces, como un enorme texto. La escritura parietal, que se pretendía efímera, fue salvada del olvido por la indomable naturaleza de un volcán. La capital y la provincia se yuxtaponen y las paredes dan cuenta de ese movimiento. ¿Es la puesta en escena del centro en la periferia? ¿Es la irradiación de la cultura capitalina sobre la provincia o, dicho de otro modo, el constante proceso de romanización el que hace que los autores clásicos, por ejemplo, aparezcan en las paredes de una ciudad de veraneo? Estas son preguntas que nos surgen de la lectura de los graffitis pompeyanos en los que se escucha el eco de algunos de los versos de los poetas más famosos. Pero también nos lleva a interrogarnos acerca del sentido que se produce en el encuentro entre un texto conocido y una pared cualquiera “que no se resigna a ser sólo pared”. ¿Qué lecturas provoca en quien, errante, deambula por la ciudad, el texto que lo asalta en un graffiti? Y, al mismo tiempo, ¿qué lector prefigura este texto fragmentario, inconexo, desparejo frente al del rollo o códex? ¿Es la ciudad la que crea a su lector? ¿Qué relación guarda la estabilidad casi pétrea del soporte con la errancia del transeúnte que de pronto lee? Sobre estas y otras cuestiones intentaremos reflexionar a partir de algunos graffitis que citan versos de autores reconocidos (CIL IV, 9131, 4832,10086, 5002, 1282,10059, 6707, 2213,1672, 4675, 3889).